Wurzenpass y Vršič

Sin realmente haberlo planeado con antelación, el pasado mes de Agosto me ví atravesando la frontera entre Austria y Eslovenia en las cercanías de Villach. Como me sorprendió, aquí lo escribo.

Al ser zonas que no conocíamos optamos por hacerlo no a través del túnel con autopista, sino por un puerto de montaña. Escogimos el Wurzenpass.

Prometía ser una subidita interesante pero fue sorprendente al llegar a una curva encontrarse con una señal que recomendaba pasar de 4ª a 1ª. A partir de ahí alucinamos con la impresionante recta al 18% (según indicaba el cartel). Poco después adelantaba a unos ciclistas y me entraba una envidia sana, no por lo que estaban sufriendo en ese momento, sino por el gustazo que sentirían al llegar arriba.


Tras pasar el todavía existente control fronterizo, nos dirigimos hacia Vršič. Ignorantes nosotros pensábamos que era una población, pero no, el objetivo era precisamente otro puerto de montaña que nos llevaba al valle del río Soca o Isonzo. Paisaje alpino dentro del parque nacional de Triglav.



Carretera que parece llevarte sin un objetivo claro, pero que finalmente encuentra el paso. Conocida como la carretera rusa porque prisioneros de guerra de dicha nacionalidad trabajaron durante la Primera Guerra Mundial. Tras recorrer las 26 revueltas de subida (adoquinadas) y las 24 de bajada, llegas al valle donde te acompaña un río de un color tan hermoso como frío. En resumen, muy recomendable para quien guste de estos paisajes.