martes, octubre 24, 2006

Chmielno

El pasado verano tuve ocasión de pasar unos días en Chmielno, enlace en googlemaps, un pequeño pueblo polaco a no demasiada distancia de Gdansk o Danzig (según se diga en polaco o alemán).

Nos habían recomendado los pueblos cercanos a Kartuzy en Casubia, una zona de lagos convertida en parque nacional. Sin preparativos ni reservas aparecimos una tarde por la zona, y tras apreciar lo acogedor que resultaba el pueblo, y las hermosas vistas que ofrecía sobre los lagos, nos decidimos a buscar alojamiento. El alemán fue la lengua utilizada para preguntar en la primera casa con un cartel "pokoje" (habitaciones). Ahí supimos que la zona tiene bastante demanda de turismo interior, así como alemán y recientemente italiano, y además que sería difícil encontrar alojamiento. Pese a todo la señora empezó a hacer unas llamadas y poco después disponíamos de un apartamento en primera línea de lago por un precio que en España sería irrisorio.

Por cierto me hicieron sentir muy exótico cuando a la pregunta sobre mi procedencia les comenté que venía de España, me miraron con mucho más interés, ya se sabe, sangre del sur. Imagino que por esa razón la wikipedia echa de menos los artículos en español sobre Chmielno y Kartuzy. Pocos días después la anécdota fue encontrar españoles en Kartuzy, estaban allí para una boda de una pareja hispano-polaca cimentada por internet.

Siendo Chmielno un pueblo pequeño, y acostumbrados a que en Europa pueda ser difícil cenar después de ciertas horas, nos acercamos siendo casi las diez a los locales que según la casera ofrecían comida. No había que preocuparse, la cocina funcionaba hasta tarde. Más tarde me explicarían que los polacos no tienen una franja horaria estricta para las comidas, por lo que es fácil encontrar donde comer casi a cualquier hora. Además había animación, un grupo cantaba alegremente utilizando un curioso instrumento mientras las jarras de cerveza no paraban de circular. Considerando que la jarra de medio litro costaba como mucho un euro tampoco se extraña uno. Muy ricas las sopas, llenas de colores, también los pierogi (algo más grandes que los pansoti italianos o los maultasche suabos, es decir, pasta rellena).

Los siguientes días las excursiones, normalmente en bici, por los pueblos de la zona fueron realmente relajantes. Tranquilidad sin agobios de muchos turistas, zonas de agricultura familiar, lagos por todas partes, e incluso chiringuitos de playa, con menú exclusivamente en polaco, que ofrecían pescado fresco. Un lujo.

Acercarse a Gdansk o Danzig, ciudad natal de Günter Grass y escenario de su obra "El tambor de hojalata", cuyo centro ha sido recuperado intentando ser fiel tras la masacre de la segunda guerra mundial ofrece hoy hermosas fachadas y mucho ambiente para los turistas que pueden comprar cualquier cosa. Por suerte tuvimos como guía a Ania, una estudiante de filología española, que nos permitió conocer un poco la ciudad fuera del murmullo de los viajes organizados.

martes, octubre 17, 2006

Varusschlacht

Me callo y por esta vez no me meto con el transporte :)

Este fin de semana aprovechamos para visitar un museo cercano inaugurado hace apenas unos cuatro años. Me habían comentado algo sobre una batalla que los romanos perdieron en el año 9 d.C., pero realmente ignoraba muchas cosas sobre ella antes de acudir al museo, como por e jemplo que aquella batalla provocó tal varapalo a las legiones romanas, que su frontera se retiró hasta el Rin.

Según cuentan en el museo, tres legiones romanas (aproximadamente del 10% del total de aquel entonces) perecieron víctimas de la traición para los romanos y liberación para los germanos, que Armenio, un germano educado en Roma, y acompañante y guía de Varo, el gobernador romano en tierras germanas, llevó a cabo. Al parecer Armenio se ganó la confianza del gobernador, e hizo pasar a las tropas romanas por un angosto pasillo entre una colina una zona pantanosa. El ataque en ese punto impidió a los romanos aplicar sus técnicas de estrategia, y básicamente fueron masacrados.

Hasta hace menos de 20 años se desconocía donde había tenido lugar la batalla. El hallazgo de unas monedas con el escudo de Varo, y de algunas armas romanas, provocó una búsqueda más exhaustiva que continúa hoy. La presencia de fosfatos en ciertas zonas les han permitido a los arqueólogos estimar el lugar donde yacieron durante años miles de cuerpos de legionarios romanos. Los germanos se ocuparon de sus muertos, pero no así los romanos, dadas las dificultades que incluso provocaron el suicidio de Varo. Años más tarde Julio César Germánico regresó a dar tumba a sus tropas, pero no han encontrado dicha tumba, por lo que no hay verdadera constancia de que realmenbte lo hiciera.

Hoy la zona pantanosa se ha retirado cierta distancia, el bosque ha dado paso en ciertas zonas a cultivos. Para los curiosos que se acerquen, no dejen de ver la alameda cercana en la zona pantanosa de Campemoor, los árboles se han inclinado hacia el exterior debido al terreno.

El colegio

En mi domicilio temporal en Alemania, el siguiente edificio es un colegio. ¿Me creerían si les digo que no se forma un caos cada mañana con los padres acercando a los niños al colegio?

Efectivamente no se forma un follón al estilo del colegio que tengo en la manzana de al lado en Guanarteme. Los niños vienen en guagua, a pie o en bici (incluso con la temperatura). He preguntado si siempre ocurre que tienes una parada del transporte escolar cerca de casa. Según me han comentado, aún viviendo en las afueras de una ciudad, si tienes niños en edad escolar te ponen una parada en tu casa.

Asunto resuelto, los niños pueden ir al cole en guagua, y evitar el caos. En cambio en casa, según la prensa, cada vez que arranca la época escolar circulan por Las Palmas de Gran Canaria, además de los habituales, 50000 coches más y 200 guaguas (tan solo diría yo).

miércoles, octubre 11, 2006

¿Te moverías en transporte urbano si fuera competitivo?

En mi ciudad, a pesar de que tenga unas dimensiones reducidas, para muchos desplazamientos tengo la sensación de que sin ni siquiera vivir en las afueras, si no dispones de coche vas a perder mucho tiempo. En mi caso, que vivo en Guanarteme, utilizar el transporte público para ir al trabajo (campus en Tafira) requiere notablemente más tiempo que si voy en coche. Tengo la suerte de disponer de una parada de la línea 25 de Guaguas Municipales a menos de cinco minutos, pero dado que la línea te lleva de paseo por toda la ciudad, entre acercarme, el colchón que debes dejar ya que no hay un horario preciso de paso por las paradas intermedias, y la lentitud del tráfico, no consigo tardar menos de 45 minutos en todo el proceso.

Mientras no conoces otra cosa parece que no es mucho, pero resulta excesivo si lo comparamos con lo que se tarda en coche, unos 15 minutos al evitar el centro (en bici, al ser una subidita tardo aproximadamente esos 45 minutos, pero claro, no me atrevo a cargar el portátil en ella, y luego hace falta la ducha).

Ante esta experiencia, no me extraña que todo el que pueda coja el coche para acceder al campus, especialmente si vives a este lado de la ciudad. Además esta línea directa sólo está disponible durante período lectivo, en otro caso debes conectar con la 7 o la 48. En resumen, tardas más. Y no les digo nada si una guagua no pasa (algo no tan infrecuente), y si te quejas con suerte recibes una respuesta tras más dos semanas que no mejora tu pensamiento del servicio ya que suele ser incluso estándar. La otra posibilidad de transporte público consiste en usar las líneas de Global que parten de Manuel Becerra o Santa Catalina, pero el paseo hasta la parada se acerca a los quince minutos, vamos lo que tardaría en subir en coche. Si pese a todo intentas ir en guagua, ésta recibe un trato privilegiado muy escaso, me explico, si hay atasco la guagua lo sufre debiendo competir con todos los coches en su intento de acceder. ¿No se animaría más gente a ir en guagua si ésta fuera rápida, si se saltara el atasco del tráfico?

Si no conociera el transporte público de otros lugares, pensaría quizás que no hay remedio. Pero al moverme por otras ciudades, sin disponer de coche, he podido comprobar que un buen transporte público no te hace depender del coche, al contrario, te permite evitar los atascos. Son odiosas las comparaciones, pero no puedo evitar desvariar aquí. Desde hace un mes vivo a algo más de cincuenta kilómetros de Bielefeld en Alemanis, que también cuenta con más de 300000 habitantes, a cuya universidad acudo cada día sin usar el coche.

Si comparo esos 50 kilómetros con los que hago para ir al Campus en casa, entre 6 y 10 según la ruta, no hay color. El tiempo que requiero aquí es aproximadamente de hora y media, contando la hora de tren, el colchón respectivo, y el transbordo al transporte local en Bielefeld (la Universidad está a tres kilómetros y medio de la estación, cada diez minutos hay una opción que tarda 7 minutos en realizar ese trayecto (este trayecto en distancia sería parecido al trayecto de la 25 entre Mesa y López y el Obelisco, en tiempo no claro). La duración total es el doble que la mejor combinación en guagua en casa pero la distancia mucho mayor aquí. Por curiosidad un día probé a ir en un coche prestado, con el tráfico, los semáforos, etc. tardé hora y cuarto. Por quince minutos no me lo planteo, cuando además durante la hora de tren vas tranquilamente sentado aprovechando el tiempo si te place leyendo, durmiendo, trabajando incluso con el portátil porque hay espacio, o simplemente lo que se te ocurra.

Viendo esto me digo que es un servicio de transporte realmente alternativo y atractivo que utilizan no sólo los que no tienen coche, sino muchos de los que tienen. Quienes piensen que es muy caro, les digo que el billete mensual me cuesta 81€ (equivalente a 10 billetes sencillos, o sea, cinco días de ida y vuelta). Este billete limita la hora de salida por las mañanas a que sea a partir de las 9 o costaría 150€. Pero aún así, si comparamos los gastos, sólo de gasolina, del coche hablaríamos de unos 20 días al mes, 100 kilómetros diarios, pues unos 2000 mensuales. Pensemos que el coche gasta 7 litros cada cien, salen 140 litros.

Olvidaba comentar que además el billete es puerta a puerta, es decir, si viajas a Bielefeld desde las afueras, allí no tienes que comprar otro billete para moverte por la ciudad ¿Por qué no ocurre que quien llegue en guagua desde Telde a Las Palmas de Gran Canaria pueda usar el transporte urbano sin pagar? Por cierto, en el transporte urbano se mojan y dicen la hora a la que pasan por una parada intermedia, no simplemente una estimación de cada cuanto tiempo pasa una.

Y ya no digo nada sobre la consideración al transporte en bicicleta. Indicaciones (¿cuando fue el último carril habilitado en Gran Canaria? No vale hablar de la avenida marítima que eso ya se utilizaba antes), cruces especiales, señalizaciones, respeto por parte de los conductores, y todo eso no exclusivamente en las ciudades. Realmente fomentar este tipo de transporte favorece al tráfico, por mis lares da miedo, las bicicletas son para los niños y los pobres diablos que no se pueden permitir un coche. Y si no fíjense en la última semana de la movilidad, para guasa el paseo en bici patrocinado por una empresa de automóviles (!). Se cierra unas horas una calle (más no que no hay que molestar a los coches) y que los niños den vueltas, pero no se hace ninguna acción dirigida a permitir la comunicación en bici entre puntos de afluencia de personas. Los hay que dicen que la ciudad tiene cuestas. Ni que fuera la única, pásense por Zurich.

Por cierto en Zurich es el único sitio donde he experimentado billetes mensuales o de día que no se corresponden con los naturales, es decir, que si compras un billete mensual el 13 de Abril, te vale hasta el 12 de Mayo, y si compras un billete de 24 horas a las 14:32, te sirve hasta el día siguiente a las 14:31. Debería ser lo justo ¿no? Por aquí en Alemania no los he visto tan tan flexibles, pero he observado como a menudo comprar en una ciudad un billete de día vale algo menos que dos sencillos. Así se convence a los usuarios para que eviten comprar el billete sencillo, y en definitiva usen el transporte colectivo.

Otro detalle, el conductor de la guagua urbana no está controlando que cada individuo que suba tenga billete, para eso están los controladores (que no siempre aparecen), y con ello consigue que las paradas sean más cortas. Y si un controlador te pilla sin billete, por aquí hablan de multas de 40€. En casa seguimos sin acelerarel transporte urbano, no vaya a ser que pueda ser competitivo con el coche, y ¡¡¡horror la gente deje de comprar coches!!! Aquí por supuesto que se siguen vendiendo, y las retenciones son habituales en las carreteras, pero al menos hay otra opción viable.


Estar en otros países y ver las posibilidades que se ofrecen para el transporte público, le hacen a uno preguntarse por las verdaderas razones que impiden que el transporte público cumpla realmente su objetivo en Las Palmas de Gran Canaria. Principalmente da la impresión, tasr haber conocido varios lugares, de que el transporte se lo plantean aquí como un todo. En Gran Canaria la sensación que tengo es que las distintas compañías se ven regidas por distintas instituciones, que cuidan más sus intereses electorales que los de los usuarios de esos servicios que gestionan. Hay evidencias grotescas, ¿por qué no puede usar un estudiante el bono de estudiante para ir al campus de Tafira utilizando la línea 25? Así, cuando escucho las campañas institucionales para que se ahorre energía, me pregunto si esas instituciones hacen todo lo posible por favorecerlo. En el caso del transporte lo dudo.